Y ahora sale Lorenzo Córdova, presidente del Instituto Nacional Electoral a preocuparse por la impunidad y corrupción en el país a un año de las elecciones federales. Lejos del contexto, en el que se informó que el mes de mayo ha sido uno de los meses más violentos desde 1997, pareciera que el señor acaba de despertar de un largo sueño en el que solo viven él y sus compañeros burócratas.
La violencia como se dijo anteriormente, ha existido en el país desde hace mucho tiempo, más allá de 1997. Es sorprendente que un funcionario se preocupe a estas alturas por una situación que se vive, de manera más reciente, desde el año 2006, cuando Felipe Calderón Hinojosa, entonces presidente, decidió que era buena idea sacar al ejercito de sus cuarteles para combatir al narcotráfico.
Córdova señala que la sociedad está cansada de la impunidad y corrupción, que está cansada de malas políticas públicas, situación que propicia un «creciente descontento con la democracia», y de ahí, «la precaria democracia que tenemos».
En otro lugar, el secretario de la Secretaría de la Defensa Nacional, Salvador Cienfuegos señaló que la impunidad y la corrupción, dañan la democracia en el país., sí, siguiendo el mismo discurso que Lorenzo Córdova. Una pregunta queda en el aire, ¿A dónde van con esos comentarios?
Cienfuegos también dijo que esta situación ha fortalecido el descontento de la sociedad y que le resta credibilidad a las instituciones públicas. Y sí, efectivamente esto ha sucedido, una institución de vital importancia para la vida nacional, la SEDENA, ha sido demandada en diversas ocasiones por violación a los derechos humanos, hechos que únicamente propician que el mismo Cienfuegos saliera a pedir disculpas, y ya… eso fue todo… Perdón.
Regresando a Lorenzo Córdova, señaló que «los graves problemas estructurales que tiene el país, con una pobreza y desigualdad ominosa provocada por políticas públicas erradas y una impunidad gravísima que alimenta la corrupción y que hace a nuestro Estado de derecho una verdadera fantasía».
Él habla de desigualdad y de nueva cuenta de impunidad, sin embargo, se olvida que hace unos años, fue presentada ante medios de comunicación una grabación de una llamada telefónica en la que se burla de los líderes indígenas, por su manera de hablar y de expresarse.
Los discursos «positivos» poco sirven si en los hechos, los funcionarios públicos no lo aplican. Es imposible quejarse de la impunidad y señalar únicamente a quienes «no promulgan» leyes, cuando el problema es también de ellos, quienes no las aplican y quienes las olvidan al momento de ejercer su función.
El presidente del INE achacó la intranquilidad que se percibe al panorama general del país, sin embargo no quiso deslindar responsabilidades, no habló ni de instituciones políticas. Si bien debe hacerse ver como un ente neutral ante las elecciones, sea en donde sea que se realicen, el señor ha beneficiado a diversas instituciones políticas con sus tibias decisiones por actos de corrupción e impunidad.
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