PA´ NO PERDER LA BONITA COSTUMBRE...APENAS Y MURMURAN DE PEGASUS. FOTO: PROCESO

«Conmigo las cosas siempre empiezan mal y terminan mucho peor», sentencia una canción del español Txarly Usher, y pareciera que esta administración presidencial  acuña perfectamente con el tema.

El gobierno peñista inició con una dura jornada de marchas cuando el priista tomó posesión, seguido del «Monexgate», el caso Ayotzinapa, las duras críticas hacia sus reformas estructurales; el controvertido tema de la «Casa Blanca»; los casos Moreira, los Duarte, Borge;  y ahora, con 2018 cada vez más latente,  el diario The New York Times publicó información respecto a «Pegasus», software con el que el gobierno mexicano es capaz de escuchar, ver, capturar texto, imagen y contactos de cualquier teléfono inteligente.

Si hay un hilo de coincidencia en los temas antes expuestos, es sin dudarlo la limitada, y en en ocasiones limitada,  capacidad de respuesta por parte de las autoridades “competentes” y el tema Pegasus no ha sido excepción, pues hasta ahora no hemos presenciado una conferencia en la que el trajeado gabinete encabezado por Peña Nieto, acompañado de su  vicecapitán Miguel Ángel Osorio Chong, expongan un posicionamiento ante la grave acusación que asestó el diario estadounidense sobre las prácticas de espionaje realizadas por  gobierno mexicano.

Y nuevamente, tuvo que darse en una conferencia sobre otro tema, en este caso: «Avances de seguridad en Culiacán», la única oportunidad para que un grupo de  periodistas cuestionaran el «incómodo» tema, y así,  los «representantes» del pueblo mexicano, en voz de su secretario de Gobernación, escucharan una explicación sobre tan lamentable problema.

Ahí, con un tono quebrado,  y sin otra salida más que responder, el encargado de la política interna apenas y pudo exclamar: «Reiterar que hemos rechazado por supuesto tal reportaje, estamos pidiendo que exista la denuncia pertinente para que la PGR pueda hacer la investigación al respecto, y ver si hay algún elemento. Nosotros rechazamos el que se esté haciendo algún tipo de espionaje o investigación a periodistas, a algún defensor de los derechos humanos u ONG». El tema no se volvió a tocar.

Muy a su estilo, únicamente se limitó a negar los señalamientos, a prometer una investigación, entre miles pendientes, y la «convicción» del gobierno por llegar hasta las últimas consecuencias, quizá sin acongojarle que tal pasividad  ha marcado el surco para que el PAN, Morena y PRD busquen solicitar la comparecencia del «presidenciable» Osorio Chong, para que explique sobre la adquisición del programa de espionaje Pegasus, que se especula, fue adquirido durante la gestión del primer procurador peñista, Jesús Murillo Karam.

Pareciera que esta administración está muy segura de que, a pesar de sus constantes omisiones e indiferencias, se mantendrá gobernando México en 2018; sin embargo, es aún más grave observar que continúan en la posición de que Peña Nieto no asome, ni siquiera un pelo de ese copete, cuando los problemas de coyuntura nacional se encuentran en su más candente momento.

El final de este sexenio está por acabarse, pero la participación presidencial ya está, incluso, arrinconada y polvorienta.

Por: Edgardo V.L

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