Tras un largo año retirada de los escenarios, Katy Perry está de vuelta y este viernes lanza su nuevo álbum «Witness», en el que la inocencia de sus primeros éxitos deja lugar a temas mucho más atrevidos.
A los 32 años, la supernova musical ha descubierto la edad adulta, que acompaña con su nuevo look de cabello muy corto y decolorado, estrenado hace unas semanas.
Su sexto álbum, con un sonido sensual que armonizan historias atrevidas, es el primero de Perry desde 2013 y acaba con un retiro de un año que se tomó la artista luego del éxito de su álbum «Prism».
Perry, que ha dominado la última década las principales radios y las playlists adolescentes con su seguidilla de hits, optó por dejar de lado el pop sintetizado, para imprimir una energía disco retro al primer single, Chained to the Rhythm, pero la mezcla con fuertes ritmos de Rhythm and Blues y hip hop.
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