Después de que Jeanette Vizguerra Ramírez, activista y madre de cuatro niños, no se presentará el día de ayer en las oficinas del Servicio de Inmigración y Aduanas de la ciudad de Denver para registrarse, se refugió en la Primera Sociedad Unitaria de Denver (Colorado), una de las iglesias que forman parte del movimiento santuario.
La activista mexicana no quiso presentarse a las oficinas porque temió ser repatriada, ya que sobre ella pende una orden de deportación girada en 2011.
“Mi intuición me dijo que si entraba ahí (las oficinas de inmigración) no iba a salir, y mi intuición no falló”, comenta Vizquerra al mismo tiempo que asegura estar lista para dar la batalla y no esconderse.
La activista por los derechos de los migrantes, se encuentra en el sótano de la iglesia donde realiza su nueva forma de resistir a una deportación y no saldrá hasta tener algo benéfico para ella.
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