La salida de Michael Dubke como jefe de Comunicación en la Casa Blanca en menos de tres meses en el cargo, se puede ver como un detonante de la gran reforma que se prevé en el organigrama presidencial.
Dicha dimisión se produjo hace un par de semanas, pero Dubke aceptó quedarse hasta después de la gira internacional del presidente y ayudar al traspaso de responsabilidades con los que vayan a asumir su tarea.
Con esto, parece que el mandatario estadounidense, Donald Trump, convencido de que las crisis que vive su gobierno son causadas por una prensa «hostil» y fallos en la comunicación, está dispuesto a volver a su plan original y rodearse de aquellos en los que confía.
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