Al mediodía el Estadio Olímpico Universitario se engalanó para ser testigo de uno de los duelos más pasionales del futbol mexicano. Las gradas del estadio estaban repletas y exigían un buen espectáculo. Los dos equipos entendieron el marco y el mensaje que les mandaba el público.
El América inició controlando el balón y maniatando a unos locales que no encontraban la forma de nivelar el trámite. Fue en el minuto 34 cuando los visitantes se adelantaron con un tiro a primer poste de Romero que dejó sin oportunidad al portero Saldívar. Antes de irse al descanso Peralta marcó el dos cero de zurda y dejo a CU en silencio por un momento.
Para el segundo tiempo Pumas puso futbol y orgullo, mientras que América se conformó con lo hecho en la primera parte. Y fue Castillo, el alma de los universitarios, quien de cabeza puso el 1-2 al 52’. La presión local agobió a un equipo amarillo que no veía la suya. Al 67’ otra vez marcó el chileno, cruzó a Marchesín quien pudo haber hecho más. Todo indicaba que los auriazules se lograrían la remontada pero los visitantes reaccionaron y en un contragolpe al 82’ Domínguez sentenció el partido.
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