Lázaro Báez, empresario argentino, es acusado de haber lavado 60 millones de dólares.
La justicia investiga sobornos que aparentemente recibieron ambos expresidentes; esto provocaría un proceso legal en contra de Cristina Fernández por asociación ilícita.
Durante los 12 años que estuvieron en la presidencia los Kirchner, Néstor (2003-2007) y Cristina Fernández (2007-2015), el empresario Lázaro Báez se enriqueció con la complicidad de ambas administraciones; ahora la justicia de Argentina ha iniciado el juicio por este lavado de dinero que involucra a los tres personajes señalados.
El empresario, amigo cercan de Néstor Kirchner, es acusado de enriquecerse de forma ilícita al acceder a licitaciones de obra pública valiéndose de su relación con el entonces presidente, lo que le arrojó la adquisición de contratos millonarios que lo llevaron de ser un empleado bancario a un hombre con una fortuna mayor a los 200 millones de dólares. Las autoridades argentinas investigan los posibles sobornos que Báez les pagó a los dos expresidentes, quienes lavaban este dinero en sus empresas hoteleras e inmobiliarias. .
Cuando Néstor estuvo al frente de la Casa Rosada, Lázaro Báez creó las empresas constructoras con las cuales pudo recibir las licitaciones referidas, sin embargo, el juicio solo contempla delitos cometidos entre los años 2010 y 2013, es decir, durante los gobiernos de Cristina Fernández de Kirchner, quien actualmente funge como senadora.
Se tiene previsto que este proceso legal tenga una duración de ocho meses, tiempo durante el cual 91 testigos comparecerán ante la justicia para determinar si los 25 ciudadanos argentinos involucrados en esta trama de lavado de dinero son culpables. Dentro de los imputados se encuentran Luciana, Melina, Leandro y Martín, los cuatro hijos de Lázaro Báez, señalados de formar parte de la estructura bancaria, societaria y jurídica (en Argentina y el extranjero) que facilitó el enriquecimiento de su padre.
La Corte rechaza queja interpuesta por Cristina
La Unidad de Información Financiera (UIF) encontró irregularidades durante los dos mandatos presidenciales de Cristina Fernández de Kirchner, razón por la cual se involucró fuertemente en las causas legales que existen en contra de la actual senadora, quien interpuso ante la Corte Suprema de Justicia de la Nación un recurso en contra de Mariano Federici, presidente de esa organización.
No obstante, el máximo tribunal determinó por unanimidad desestimar la denuncia presentada por Fernández de Kirchner, en la cual se acusaba al líder de UIF de peculado, abuso de autoridad, malversación de caudales y violación de sus deberes como funcionario.
La Corte informó que rechazó el recurso legal en contra del presidente de UiF por «inexistencia de delito», aunque la expresidenta asegura que Federici realizó «tareas de investigación a partir del examen de información obrante en declaraciones juradas de la recurrente», esto con la intención de darle nueva vigencia a las indagatorias penales que ya habían sido juzgadas y suspendidas, solo que con otro título.
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