La Auditoría superior de la Federación (ASF) detectó irregularidades con respecto al gasto del Fondo de Aportaciones para la Seguridad Pública de los Estados y del Distrito Federal (Fasp) que fueron transferidos a la Ciudad de México.

Entre dichas anomalías destacan recursos no ejercidos por más de 50 millones de pesos, falta de listas de asistencia, así como constancias de cursos por 9.8 millones de pesos.

La dependencia federal señaló que el gobierno de la Ciudad de México no dispone de un sistema de control interno que le permita identificar y atender los riesgos que limitan el cumplimiento de las metas de fondo, además indicó que no se tiene un manejo ordenado, transparente y eficiente de los recursos, hechos que derivaron en las mencionadas irregularidades.

No obstante, el gobierno capitalino sí entregó con oportunidad los informes trimestrales sobre el ejercicio, resultado y destino de los recursos, pero con inconsistencia en sus importes reportados.

La anterior información se observa en los resultados de la Fiscalización de la Cuenta Pública 2015, misma que la ASF dio a conocer recientemente, en la que se realiza la revisión de una muestra de 317 millones 556 mil pesos, que representa 70.6 por ciento de los 497 millones de pesos transferidos al gobierno de la Ciudad de México, y en tal informe se percibe que al 31 de julio de 2016 aún no se ejercía 8.5 por ciento por un importe de 50 millones de pesos, hecho que generó retraso en los Programas con Prioridad Nacional.

La ASF expuso que las metas establecidas se cumplieron de forma parcial, ya que al 31 de diciembre de 2015 sólo se había alcanzado un 78.9 por ciento de los objetivos, y que en 2015, la cifra de delitos cometidos por cada mil habitantes fue de 3.7 por ciento.

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