El Estado Islámico (EI) atacó un campo de refugiados ubicado en el noreste de Siria, cerca de los límites de Irak, dejando como saldo al menos 32 personas muertas y decenas de heridos, durante un atentado perpetrado por el grupo yihadista.
Al menos cinco atacantes suicidas se hicieron estallar fuera y dentro de un campo de refugiados iraquíes y desplazados sirios en la provincia de Al-Hasaka, informó el director del Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH), Rami Abdel Rahman.
Advirtió que la cifra de víctimas mortales podría elevarse, debido a la gravedad de muchos de los 30 heridos.
Tras el atentado, siguieron combates entre los yihadistas y las Fuerzas Democráticas Sirias (FDS), una alianza de milicias árabes y kurdas respaldas por Estados Unidos.
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