Ahora los proveedores de los servicios serán los responsables si no se acata la ley, puesto que ellos deberán corroborar que los usuarios se registren con sus nombres reales.
El brazo censor del gobierno chino es conocido popularmente como «La Gran Cibermuralla»; los usuarios chinos emplean servidores VPN para poder acceder a Google, YouTube, Facebook, Instagram y Twitter, páginas y aplicaciones bloqueadas en el país asiático.
La censura y represión en territorio chino es una constante, es el aire en los pulmones del gobierno. Porque el régimen aplasta a todo aquel que tiene la osadía de levantar la voz. Ahora se ha anunciado una medida más de represión: el anonimato en internet no existirá más.
De esta forma todos aquellos ciudadanos chinos que circulen por internet tendrán que identificarse con «santo y seña», lo que representa una clara forma de autocensura. Con tal medida todos los comentarios que se hagan en la red podrán ser identificados por el gobierno, haciendo del internet chino –de por sí controlado– un tipo de prohibición más.
Las autoridades chinas argumentan que esta medida es para inhibir la difusión de contenido pornográfico, información prohibida o rumores en internet. Sobre esta situación la investigadora de Chinese Human Rights Defenders (CHRD), Frances Eve declaró: «Probablemente la normativa tendrá un efecto espeluznante, haciendo que los internautas se autocensuren por miedo a ser encarcelaos por ejercer su derecho a la libertad de expresión».
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