El viernes pasado, representantes de asociaciones de transportistas de la Ciudad de México se manifestaron ante su rechazo al incremento de un peso a la tarifa de microbuses y autobuses del servicio público, ya que consideraron que es insuficiente para asumir el aumento al precio del combustible y los condena a la chatarrización de las unidades.
Fue en conferencia de prensa, donde precisaron que hay alrededor de 15 mil microbuses obsoletos, por lo que existe un peligro constante para los usuarios.
«Nuestra realidad nos obliga a decir que es imposible poner en marcha nuevos corredores viales, lo que detendrá el proceso de modernización del sistema de transporte público y concesionado», apuntaron en un pronunciamiento conjunto.
Sin embargo, los transportistas descartaron realizar paro de labores y aseguran que respetarán el aumento, pero adelantaron que van a continuar su lucha con movilizaciones para lograr una «tarifa justa», que significaría un incremento de tres pesos para microbuses y vagonetas, y de 10 por kilómetro para el Metrobús.
Cabe mencionar que continúan operando alrededor de 25 mil microbuses, sobre todo en las delegaciones de la periferia y de municipios conurbados que ingresan a la ciudad, circulan en pésimas condiciones físicas y mecánicas, que han excedido por mucho su vida útil.
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