BARRY JENKINS DERRIBA ESTEREOTIPOS EN EL CINE

No es raro que una película triunfe en los Oscar si cuenta con una buena historia que aborda temas como la soledad, las drogas y la homosexualidad; no obstante, el éxito podría complicarse si la cinta es de un director negro. Esto teniendo en cuenta los estándares que maneja normalmente Hollywood a la hora de repartir sus estatuillas.

Pero este 2017 fue la excepción: Barry Jenkins ganó el Oscar con Moonlight como mejor película. La historia se vuelve más interesante y seductora si se tiene en cuenta que para rodar este filme se contó con un presupuesto bajo y actores poco afamados, pero tal vez lo que más se destaca es que se filmó en tan solo 25 días.

La cinta de Jenkins aborda las travesías de un niño negro que tiene convive diariamente con su madre que es drogadicta; con el paso del tiempo el pequeño descubre su homosexualidad. Mahershala Ali es el actor que interpreta al protagonista, y también fue reconocido como el mejor actor de reparto en la pasada entrega de los premios de la Academia.

 

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