La tradición de jugar futbol en esta fecha también se lleva a cabo en Irlanda del Norte y Gales.
En Inglaterra, donde nació el balompié, aseguran que el primer partido se jugó un día después de Navidad, cuando se enfrentaron el Sheffield y el Hallam, ambos de la misma ciudad.
En la actualidad, el negocio ha hecho del futbol algo más que un simple deporte que monta a 22 tipos que se pelean por un balón; hoy en día, el capitalismo se ha encargado de desvirtuar esta actividad física: le ha quitado el romanticismo para convertirlo en un producto más del mercado.
Los partidos en estos tres países británicos ―Irlanda del Norte, Gales e Inglaterra― se jugaban los días 25 de diciembre hasta que, en 1957, se cambió al 26. La razón: facilitar el traslado de los aficionados a los estadios y, además, hacerlo coincidir con el llamado Boxing Day.
Sí, en esa zona de Europa ―que parece renegar de ella con el Brexit― donde nacieron Shakespeare y Wilde, el futbol profesional se sigue jugando cuando solo han pasado 24 horas de la Noche Buena.
A diferencia de lo que acontece en donde nació Nietzsche, donde la liga alemana tiene su parón invernal, debido a las bajas temperaturas. Por ejemplo, en este año la actividad terminó el 20 de diciembre y será hasta el 12 de enero cuando el balón de la Bundesliga vuelva a rodar.
Volviendo con las islas británicas, veamos qué es el Boxing Day. En este día se practica una tradición que data de la época victoriana ―así se le conoce a las seis décadas que la Reina Victoria estuvo al frente del imperio británico― en la que las familias de gran poder adquisitivo ponían en una caja ―box, en inglés, de ahí el nombre― las sobras de comida de la noche buena para donarlas, en un acto, no se sabe si de bondad o petulancia, que también incluía regalos.
Sin embargo, lo que empezó como una muestra de desprendimiento ―no juzguemos el motivo sino el hecho como tal― se convirtió con el tiempo en una fecha que invita al consumo: es el día en el que inician las rebajas de invierno. Sí, al igual que el deporte más practicado del mundo, la tradición del Boxing Day se manchó con la práctica capitalista.
Recordemos que la Premier League es la que mejor entiende el negocio. Ha hecho de su liga uno de los productos televisivos preferidos en el mundo del futbol: las transmisiones son un deleite y sus derechos de transmisión son los más vendidos. Y qué gran ocasión para vender futbol que el día después de Navidad.
De tal forma que en esa sociedad que tanto criticaba Wilde y que le terminó costando el reconocimiento que llegó a alcanzar, surgió el Boxing Day: sinónimo de bondad que se tergiversó, tal y como el deporte que se juega en ese día solo en el Reino Unido.
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