El reciente endurecimiento en las políticas contra los migrantes latinos en Estados Unidos ha incrementado el repudio hacia este grupo en algunos sectores de la población norteamericana. Un botón de muestra es el incidente que se presentó en las inmediaciones de un centro comercial en California, donde policías locales sometieron a Michael Pérez.
El joven Pérez fue detenido por las autoridades al llevar un faro trasero roto, al ser abordado por la policía se resistió a salir y tomó como forma de defensa una lata de gas y un encendedor; al percatarse de esto los elementos de seguridad lo agredieron con una manguera contra incendios lanzándole chorros de agua, después rompen los vidrios del automóvil para tratar de sacarlo y evitar que respondiera con fuego; acto seguido Pérez salió del auto por la ventanilla del chófer para ser aprehendido por los policías.
Horas más tarde Pérez fue declarado muerto debido a que fue objeto de dos disparos de arma de fuego en un hospital cercano al lugar de los hechos. La oficina forense del Condado de Orange informó que los impactos de bala se dieron una hora después de los hechos acontecidos afuera del centro comercial. La investigación de este hecho sigue en curso.
Según las autoridades de la policía local Pérez contaba con antecedentes penales por posesión de armas y drogas; además de que pagó dos condenas por haber sido detenido con estupefacientes.
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