FOTO: AP

Fue encontrado culpable de cinco cargos de abuso sexual contra menores.

El juicio se realizó el año pasado en Australia. Desde junio de 2017 Pell no ejerce en el Vaticano.

El juicio efectuado en Australia determinó que el cardenal George Pell es culpable de pederastia. De esta forma el religioso australiano se convierte en el más alto mando del Vaticano en ser responsable de este delito.

Fue el año pasado que se realizó el juicio contra Pell, de hecho el 11 de diciembre que el jurado tomó la decisión de forma unánime, sin embargo, por cuestiones legales el veredicto no se pudo dar a conocer en ese momento. El australiano era considerado el tercero al mando en el Vaticano, se desempeñaba como ministro de Economía.

Según la apreciación de los miembros del jurado,  durante el proceso  se demostró que Pell es culpable de cinco cargos por abuso sexual contra menores, entre los que se incluye una penetración, durante sus funciones como arzobispo de Melbourne. Los incidentes ocurrieron entre 1996 y 1997 en la ciudad ubicada al sureste de Australia.

Los abogados de Pell ya apelaron el veredicto, que de no proceder estaría condenando al religioso por alrededor de 10 años en prisión. El australiano, de 77 años, se encuentra actualmente bajo libertad condicional en espera de la sentencia.

Hasta el año pasado Pell era uno de los colaboradores y consejeros más cercanos al Papa Francisco, quien ha referido en repetidas ocasiones que no habrá tolerancia para aquellos que resulten culpables de pederastia. Incluso, el máximo representante de la Iglesia católica confirmó que el australiano tiene prohibido, de forma cautelar, el contacto con menores de edad. Cabe recordar que el 29 de junio de 2017 Pell recibió el permiso de Francisco para ausentarse de su cargo para dedicarse a la defensa ante las acusaciones de pederastia.

Alessandro Gisotti, portavoz del vaticano, leyó el comunicado emitido por la llamada Santa Sede: «Para garantizar el curso de la justicia, el Papa ha confirmado las medidas cautelares ya dispuestas al cardenal Pell desde que regresó a Australia, o sea que en espera de que confirmen definitivamente los hechos, a Pell se le prohíbe de manera cautelar el ejercicio público del ministerio sacerdotal y como norma de contacto en cualquier modo y forma con menores de edad».

No obstante, y pese a manifestar «respeto para las autoridades judiciales» de Australia, el documento del Vaticano refiere: «En nombre de este respeto, ahora esperamos el resultado del proceso de apelación, recordando que el cardenal Pell ha reiterado su inocencia y tiene el derecho de defenderse hasta el último grado. Esperando el juicio final, nos unimos a los obispos australianos para orar por las víctimas de abusos, reafirmando nuestro compromiso de hacer todo lo posible para que la Iglesia sea un hogar seguro para todos, especialmente para los niños y los más vulnerables».

 

HOY NOVEDADES/MI MUNDO