Después de la derrota Julio César Chávez Jr. repartió las culpas, pero se olvidó de asignarse del todo la parte que le correspondía. La falta de velocidad y la estrategia de su esquina, a cargo de Ignacio Beristáin, fueron las «explicaciones» que el hijo del «César del boxeo» antepuso tras su derrota.
En su comparecencia ante los medios de comunicación después de la pelea, Juilo acotó: «Intenté hacer la pelea que Nacho (Beristáin) me dijo pero no estoy acostumbrado a ese estilo. Tengo pocas peleas desde hace tiempo, me faltó medir más la distancia y la velocidad, esa fue la clave de mi derrota».
De esta forma Chávez Carrasco, quien lucía en el rostro las huellas de la batalla con el ojo izquierdo visiblemente maltratado, reconoció la superioridad de «El Canelo» y que también le faltó tirar más golpes.
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