Las relaciones diplomáticas entre Perú y Ecuador comienzan a fragmentarse debido a la construcción de un muro en la frontera binacional, por lo que la cancillería peruana llamó este lunes «en consulta» a su embajador en Quito, además de que Lima solicitó, en junio, que la construcción se detuviera, sin embargo, Ecuador ignoró la petición.
Con base en la cancillería peruana, la construcción es un «incumplimiento del numeral 21 del Acuerdo de Bases, que es parte de los Acuerdos de Brasilia de 1998, por el cual el Ecuador se obligó a dejar una franja de 10 metros al lado derecho del Canal para que ambos países pudieran realizar su mantenimiento y limpieza».
Por otro lado, desde Quito lamentan la decisión del gobierno peruano, «de llamar en consultas a su embajador en la capital de Ecuador, fundamentando tal decisión en la negativa a paralizar una obra que ejecuta en su territorio».
Cabe resaltar que, de acuerdo al gobierno ecuatoriano, el muro de concreto de casi cuatro metros de altura, ubicado en la frontera de Huaquillas, forma parte de la construcción de un parque lineal que tendrá ciclo vías, áreas verdes, obras hidrosanitarias y electrificación. Dicha zona es aprovechada por años para el paso de combustible robado y otros productos que alimentan al crimen organizado en Perú.
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