La estadounidense advirtió que su país nunca desea la guerra, pero que su paciencia tiene un límite.

La prueba realizada por Pyongyang es cinco veces más potente que la bomba arrojada en Hiroshima en 1945, establece la Organización para la Prohibición Completa de los Ensayos Nucleares.

Tras el sexto ensayo militar de Corea del Norte, la Organización de las Naciones Unidas (ONU) convocó a una sesión abierta en el Consejo de Seguridad. En la reunión, Nikki Haley, representante permanente de Estados Unidos, externó que el gobierno del país asiático está en busca de un conflicto.

La diplomática del gobierno estadounidense declaró lo siguiente durante su intervención: «Sus abusos en el uso de misiles y sus amenazas nucleares muestran que está rogando por la guerra». Además, la canciller señaló que es momento para que el Consejo de Seguridad apruebe más sanciones contra el régimen de Corea del Norte.

Haley dejo entrever que el propósito de su país es dejar sin comercio exterior a la nación asiática: «Estados Unidos vería a cada país que hiciera negocios con Corea del Norte como un país que está ayudando a sus imprudentes y peligrosas intenciones nucleares».

Por otro lado Jeffrey Feltman, subsecretario general de la ONU para asuntos públicos, indicó que la respuesta del Consejo de Seguridad debe llevar un mensaje diplomático sabio y audaz para que se logre el cometido.

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