El destino lo alcanzó y ahora se enfrentará a la justicia. El Tribunal Correccional juzgará a Nicolás Sarkozy, expresidente de Francia, por las acusaciones de corrupción y tráfico de influencias. Gilbert Azibert, otrora magistrado, y Thierry Herzog, abogado del exmandatario, también tendrán que presentarse, tal y como lo había pedido la Fiscalía Nacional Financiera el pasado mes de octubre.
Corrupción y tráfico de influencias mandan a Sarkozy a juicio - FOTO: BBC

Su abogado y un exmagistrado también serán juzgados por el Tribunal Correccional.

El diario Le Monde informó que el expresidente francés, quien se encuentra bajo arresto, debe comparecer ante la justicia; los abogados defensores apelarán la determinación para evitar el juicio.

El destino lo alcanzó y ahora se enfrentará a la justicia. El Tribunal Correccional juzgará a Nicolás Sarkozy, expresidente de Francia, por las acusaciones de corrupción y tráfico de influencias. Gilbert Azibert, otrora magistrado, y Thierry Herzog, abogado del exmandatario, también tendrán que presentarse, tal y como lo había pedido la Fiscalía Nacional Financiera el pasado mes de octubre.

Sarkozy fue presidente francés de 2007 a 2012, y en el 2016 concluyó la investigación sobre los delitos que presuntamente cometió en llamado el «caso de las escuchas»; no obstante, los abogados del expresidente han presentado varios recursos que prolongaron la comparecencia de su cliente ante el Tribunal.

Cabe recordar que los magistrados intervinieron el teléfono de Sarkozy para investigar si es que el gobierno de Libia, liderado entonces por Muamar El Gadafi, apoyó económicamente la campaña electoral del entonces candidato francés en el 2007. Durante esa indagatoria se descubrió que el expresidente y su abogado buscaban, a través del juez Azibert, recabar información confidencial sobre el caso de la supuesta financiación ilegal que Liliane Bettencourt, heredera de la empresa L’Oreal, hizo para su campaña en busca de la reelección en el 2012.

Algunos periódicos de Francia publicaron algunas de las conversaciones, en las cuales queda claro que Sarkozy buscaba que el juez lo beneficiara con su decisión en el caso Bettencourt a cambio de un puesto en el principado de Mónaco.

Al expresidente también lo persigue el caso «Bygmalion», en el cual se averigua la presunta falsificación de facturas para ocultar que su campaña de reelección sobrepasó los límites establecidos para los gastos electorales.

 

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