Former Argentine President Cristina Fernandez de Kirchner looks on in a court room before the start of a corruption trial, in Buenos Aires
Former Argentine President Cristina Fernandez de Kirchner looks on in a court room before the start of a corruption trial, in Buenos Aires

Kirchner habría participado en el desvió de dinero de 51 obras públicas

El dinero presuntamente desviado habría ido a parar a un empresario amigo de la familia Kirchner

La Fiscalía de Argentina acusó a la expresidenta y senadora Cristina Fernádez, de haber estado al frente de una asociación que otorgó de manera discrecional contratos para 51 obras públicas ligadas al empresario Lázaro Báez. La cifra total de los recursos entregados sería de hasta mil millones de dólares.

La presunta organización fue señalada de sustraer fondos del Estado valiéndose de la legitimidad de los cargos de sus integrantes, con lo cual se permitió «poner en funcionamiento una maquinaria eficaz para sustraer y direccionar» los recursos para Báez, de acuerdo con la Fiscalía.

«Esta asociación delictiva funcionó en forma estable y permanente dentro de la estructura administrativa estatal y a través de la instauración de una ingeniería societaria creada y ampliada para los fines buscados», indicó el secretario del tribunal al comienzo de la primera audiencia.

Hasta donde se sabe, una vez que los fondos eran transferidos, una parte de ellos iba para los Kirchner a través de lavado de activos a partir de la actividad hotelera y el alquiler de propiedades inmobiliarias. Estos fondos habrían ido a parar al empresario Lázaro Báez, quien se dedica a la construcción y es cercano a la familia Fernández.

Para dar un ejemplo de la cantidad de dinero supuestamente desviado, se dice que con éste se podrían construir más de mil 300 escuelas, de acuerdo con el sitio de noticias Infobae.

Cabe destacar que este juicio transcurre apenas tres días después de que Fernández anunciara su candidatura a la vicepresidencia. Además, a diferencia del proceso legal que Kirchner enfrentó en 2016, esta vez no se presentó ninguna protesta a su favor ni dentro ni fuera de los tribunales, pues fue la misma expresidenta quien pidió a sus simpatizantes no acudir.

Sin embargo, Kirchner aseguró vía Twitter que el juicio es un «nuevo acto de persecución» con el que se busca montar una cortina de humo.

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