«Cult of Chucky» tuvo su premiere en México en el marco del festival Feratum 2017.
Esta nueva entrega de la saga de Chucky, si bien no llega al nivel de las tres primeras, termina siendo superior a las dos cintas anteriores.
Han pasado trece años desde la nefasta «Seed of Chucky» y cuatro desde «Curse of Chucky», dos de las peores cintas que este muñeco diabólico ha tenido. Sin embargo, hace ya unos días salió al mercado casero la que es la séptima cinta de este personaje, la cual, ha logrado cierta reivindicación en la saga, pues no sólo retorna a las muertes por demás sádicas que caracterizaron a las primeras entregas, sino que la personalidad tan carismática y perversa de Charles Lee Ray se hace presente después de más de una década de ausencia.
Ahora, en el marco de la sexta edición del festival Feratum, en México se llevó a cabo la premiere exclusiva en pantalla grande de «Cult of Chucky», nueva secuela de esta franquicia; pues cabe mencionar que no estrenará en cines, sino que irá directa a DVD.
En esta cinta, podemos ver a Nica Pierce recluida en una institución mental tras los eventos ocurridos en «Curse of Chucky»; y aunque todo parece indicar que va mejorando en su recuperación, pronto comenzarán a llegar al manicomio diversos muñecos de la compañía Child’s Play, lo que hará que comiencen a suceder situaciones extrañas y a ocurrir mortales accidentes.
Pero yendo al grano, aunque esta nueva cinta dirigida por Don Mancini continúa siendo mala, es mucho, mucho, pero en verdad mucho mejor que las dos anteriores, lo que ya es mucho decir.
Y es que exceptuando ciertos elementos de la trama, principalmente el hecho de que en esta ocasión las víctimas no sólo tendrán que preocuparse por un solo muñeco, con «Cult of Chucky» la saga regresa fielmente a sus inicios y, lo que es más increíble aún, funciona de manera perfecta para volver a sentir un cariño especial por aquel muñeco que ha tantos de nosotros asustó en nuestra infancia.
Ahora bien, como dijimos antes, la trama es casi absurda, con secuencias y giros «inesperados» que son por demás forzados con tal de sacar adelante la historia, pero que se pueden pasar por alto debido al rápido ritmo que lleva la película pero, sobre todo, a las escenas sangrientas como a las muertes por demás creativas; algo que, sinceramente, ya se extrañaba desde «Bride of Chucky» (1998).
Y algo que también se extrañaba era el personaje del archienemigo de Chuky, quien no es otro más que aquel niño llamado Andy Barclay, interpretado por Alex Vincent y quien regresa en esta séptima entrega para volver a repetir en este papel.
Sin embargo, todo queda en eso: en extrañar al personaje; pues Andy brilla, es más, deslumbra por su ausencia en «Cult of Chuky», ya que los pocos minutos que aparece bastan para saber que si bien fue una buena idea volver a incluir a este personaje, no supo ser bien tratado ni explotado. Con esto queremos decir que si lo que usted espera es ver un enfrentamiento épico entre Andy y Chuky, lástima, porque eso no sucederá, al menos no en este filme.
Sin embargo, el que sí regresa y con creces es Charles Lee Ray, mejor conocido por muchos como Chucky, el muñeco diabólico. «Pero si él nunca se fue», dirán ustedes, y tienen razón, pues a fin de cuentas es el antagonista principal; pero a lo que nos referimos es que la esencia de este personaje volvió a su estado más puro…bueno, casi.
Ahora bien, Brad Dourif ha prestado su voz al muñeco asesino durante toda la saga, pero algo había en las dos cintas anteriores que no se sentía bien, era como si la parte más esencial de Chucky estuviera ausente; pues esa personalidad psicópata que lo caracterizaba había pasado de ser algo peligroso a una simple comedia sin gracia, un sentido del humor absurdo.
Sin embargo, en «Cult of Chucky» tenemos de vuelta a este personaje en casi todo su esplendor, pues si bien aún continúa dominando la personalidad graciosa por sobre la psicótica en Chucky, al menos estos elementos ya están un poco más equilibrados, pues los chistes y frases que menciona por lo menos están bien pensados y son dichos en el momento justo.
Asimismo, el sadismo regresa a la cinta, pues todas y cada una de las muertes van en armonía con la personalidad del asesino, es decir, si bien no son tan «de la vieja escuela» como en las primeras tres cintas, al menos la forma en que se asesina a las víctimas es por demás creativa y creíble.
De igual manera, si bien los fans estarán agradecidos con el gore que la cinta presenta, el mayor problema con la trama ocurre en los giros que la cinta da, algunos de los cuales hacen que la trama y la premisa principal de «Cult of Chucky» vayan en total contradicción con lo que se ha visto en las cintas anteriores en cuanto al objetivo principal del Charles Lee Ray, es decir, conseguir un cuerpo humano.
Si bien esta séptima entrega de la saga «Child’s Play» no está ni por asomo al mismo nivel que las tres primeras, al menos es mucho mejor y más divertida que las dos anteriores, pues presenta un muy buen equilibrio entre el humor negro, el gore y la personalidad maniaca que tanto se extrañaba del antagonista; elementos que casi logran que la pésima historia de la cinta pase desapercibida.
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