Daniel Luján se mete en el papel de una peculiar princesa en la obra de teatro La princesa y el ministro.
La princesa y el ministro se estará presentando todos los lunes de julio en el teatro La Capilla a las 20:00 horas.
Daniela Lujan, la joven actriz de 30 años de edad y quien cobró fama desde muy niña gracias a la telenovela infantil El diario de Daniela, poco a poco cosechado grandes éxitos no sólo dentro de la pantalla chica, sino también en el mundo del teatro, lugar en el que menciona sentirse bastante cómoda gracias a la cercanía que éste le permite con el público pero, además, por la libertad que tiene al momento de interpretar a personajes cuyo trasfondo es más cercano a su propia forma de ser. Ejemplo de esto es la puesta en escena de La princesa y el ministro, en la que interpreta a una princesa poco común.
«Esta obra es una comedia del absurdo, aquí el público va a encontrar a una princesa que es una princesa en sí, pero que en realidad no es una princesa, así como su ministro tampoco es un ministro. Simplemente son dos personajes que se crean un universo para evitar la aburrición», cuenta Lujan.
Además, Daniela adelanta que esta obra -la cual se estará presentando todos los lunes de julio-, es una oportunidad para que la gente se divierta sobremanera, pues adelanta que el espectador se sentirá identificado fácilmente con los dos personajes de la obra, debido a que ella y Mario Alberto Monroy, interpretan a un hombre y una mujer que «no necesariamente son pareja, que podrían ser o no ser novios, o que tal vez sólo sean amigos, o tal vez no lo sean; y es por ello que el público se siente atraído, pues ellos deciden qué son y qué no son los personajes, incluso podrían verse reflejados a sí mismos».
Más aun, pues Daniela afirma que hasta el momento ella misma ha sido la que más identificada se ha sentido con este personaje, pues «la princesa tiene mucho de mi voz, abordé al personaje desde mis ojos, mi contexto y mi historia, lo que de alguna forma me hace tener ese personaje con una máscara diferente».
Respecto a su personaje, afirma que no es la típica princesa «Disney» a la que se está acostumbrado a mirar, empezando por el hecho de que «ella no es una princesa Disney, ella es una mujer normal de la vida que decidió crearse un universo en el que juega que es una princesa y tiene a su príncipe en la figura de un ministro, pero sabiendo muy bien que no es la mujer frágil de la realeza ni aquella que necesita protección o ser salvada», comenta Lujan.
De igual manera la actriz menciona que no se dio cuenta en qué momento su carrera televisiva comenzó a mezclarse con la teatral, pues si bien recuerda que desde muy niña ha participado en proyectos televisivos, éstos «han sido bastante exitosos pero en realidad han sido pocos, y tomando en cuenta que descubrí y me enamoré del teatro cuando tenía ocho años, desde muy pequeña comencé a relacionar la actuación frente a las cámaras con la actuación frente a un público, y ni me percaté del momento en que pasé de un ámbito a otro, pero disfruto los dos», cuenta Daniela.
Asimismo Lujan se dice satisfecha de haberse animado a dar el paso de actuar en el teatro La Capilla, ya que si bien estaba acostumbrada a obras y espacios un poco más comerciales, «fue justo por eso por lo que le entré a esta obra, porque siempre quise estar en este recinto y ahora el estar aquí ha sido otra de las cosas que puedo tachar de mi lista», pero no sólo eso, pues afirma que la conexión con el público también es diferente, «no sólo es más íntimo, sino que aquí el espectador se nota diferente y más dispuesto a meterse en las historias, es una experiencia diferente».
Por último, la actriz comenta que aunque tiene planes a futuro en otras puestas en escena como lo será Cosas de papá y mamá, donde trabajará con Jorge Ortiz de Pinedo, tiene las esperanzas de algún día ser ella quien dirija una obra «quizá en unos años más, con una Daniela más experimentada y con mucha más visión teatral, aunque si en estos momentos me dieran la oportunidad de hacerlo, creo que me animaría a hacer algo para niños, para mis sobrinos; y de ahí a ver qué sale», finalizó entré risas.
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