Debido al testimonio dado al Senado de Estados Unidos por el ex director de la Oficina Federal de Investigaciones (FBI), James Comey, grupos civiles consideraron que se debería dar pie a una investigación directa sobre el presidente Donald Trump.
Es así como el testimonio de Comey «pinta el retrato de un presidente que asume que el Estado de derecho puede torcerse a su voluntad y que no se avergüenza de intentarlo», aseveró la codirectora en Estados Unidos del organismo Human Rights Watch (HRW), María McFarland Sánchez-Moreno.
Por otro lado, el director ejecutivo de la Unión Estadounidense para las Libertades civiles (ACLU), Anthony Romero, consideró que el testimonio de Comey dio a «los senadores mucho que investigar».
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