La inseguridad está presente en, prácticamente, todo el país. Y para no quedarse atrás, la Ciudad de México dice «presente» en la lista de las entidades donde este problema es agudo. La situación está crítica, más cuando los delincuentes son ―en su mayoría― menores de edad.
Un botón de muestra es la zona de la colonia Guerrero en la delegación Cuauhtémoc. Las calles del barrio de Santa María la Redonda son testigos a diario de la forma en la que los pequeños «amantes de lo ajeno» operan, sobre todo después de las 18:00 horas.
Según información de las investigaciones de la policía capitalina, el modus operandi es el siguiente: eligen una víctima, se le acercan y, a punta de pistola y/o arma blanca, la despojan de sus pertenencias ―celular, cartera, bolsas y mochilas―. Si la víctima se resiste, es golpeada o, peor aún, herida con alguna de sus armas. Acto seguido, se dan a la fuga y se esconden en alguna de las vecindades de la zona.
Se ha reportado que la mayoría de los asaltados son trabajadores de las oficinas del Sistema de Administración Tributaria (SAT) y personal del consorcio Internacional Arte y Escuela (Conarte), así como los vecinos de la colonia. Los turistas también son un grupo muy vulnerable y esto lo aprovechan estos delincuentes.
La Secretaría de Seguridad Pública tiene el proyecto «Camina Seguro» ―que opera desde septiembre― para vigilar el perímetro de la Guerrero, no obstante, esta medida no ha sido suficiente para erradicar el problema.
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