A pesar de ser la línea con menos antigüedad, los servicios de mantenimiento de la Línea 12 del Sistema de Transporte Colectivo (STC) Metro, requieren la medición de la geometría de las vías y se deben reperfilar, constantemente, los rieles. Esto se hace para evitar el desgaste ondulatorio en las vías y para reforzar la seguridad de los usuarios.
En los talleres de la estación Tláhuac, se guarda una máquina que es la encargada de estos trabajos. Previamente a que ésta opere, deben de realizarse las mediciones pertinentes para conocer el desgaste que hay en los rieles. Toda esta actividad nocturna se debe desarrollar de forma rápida, puesto que a las 4 de la mañana se reinicia la actividad en las instalaciones del Metro.
Durante el tiempo que estuvo suspendido el tramo de Tláhuac a Culhuacán, se hicieron diferentes estudios y algunas correcciones que sirvieron para determinar el mantenimiento que se debía realizar para volver a garantizar la seguridad de los pasajeros. Las 12 estaciones que dejaron de brindar servicio se suspendieron en marzo de 2014, y afectaron a cerca de 430 mil personas.
Estos trabajos de reparación que incluyeron sustitución de agujas, engrasado y lubricación de rieles, esmerilado y desbardado de vías. Además, se corrigieron la soldaduras aluminotérmicas de rieles por esmerilado, todo esto necesitó de un presupuesto de 623 millones 724 mil 558 pesos.
Para los trabajos de mantenimiento preventivo y correctivo que se han realizado después de que se entregó la línea, en el lapso de marzo a diciembre del año pasado, se gastaron 77 millones de pesos.
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