Dionisio García Ibáñez considera que el matrimonio gay es un nuevo colonialismo.
El debate sobre el matrimonio gay es uno de los temas que más polémica han generado en el proceso de reforma de Constitución en Cuba.
Las olas paradisiacas de Cuba son testigos de una polémica ―casi universal― desatada por la propuesta para aprobar el matrimonio gay dentro de las reformas que se realizan a la Constitución de ese país. Al respecto, Dionisio García Ibáñez, arzobispo de Santiago de Cuba, ha emitido un escrito en el que se postula en contra de esta medida.
En el documento ―en el que se desdibujan los márgenes entre «reproducción» y «unión legal»―, el arzobispo sugiere que no solo los creyentes religiosos están en contra del matrimonio gay; pues asegura que las experiencias histórica, antropológica y científica demuestran que este tipo de uniones, in illo tempore, son entre hombre y mujer.
Además, el arzobispo manifiesta que, de aprobarse la adopción homoparental, se privaría a los niños de tener un padre y una madre, lo que, en su opinión, genera inestabilidad en los hijos.
Asimismo, aseguró que estas medidas son parte de un «imperialismo cultural»:
«…gobiernos de países ríos influyen en países menos desarrollados […] presionando a los gobiernos de los mismos hasta el punto de condicionar, en muchas ocasiones, la ayuda económica, para que apliquen políticas como éstas. Es un nuevo colonialismo ideológico».
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