Mujeres son amenazadas con ser violadas para que entreguen información a las autoridades.
Parte de las torturas sexuales contra hombres se producen por los estereotipos y concepciones que se tienen del machismo.
Como parte de sus últimas sugerencias emitidas por diversos actos de tortura, en los cuales se vieron afectadas un total de 112 víctimas, la Comisión de Derechos Humanos del Distrito Federal (CDHDF) emitió las recomendaciones 08/2018 y 09/2018, en ellas se reconocen torturas como instrumentos para recabar información y castigar o incriminar a presuntos delincuentes.
Parte de la recomendación 08/2018 relata la forma en la cual 15 víctimas de tortura sexual fueron agredidos por elementos de seguridad del Centro de Detenciones Penales Varonil Norte. Los hechos ocurrieron el 28 de marzo de 2014 y, según la CDHDF, los internos fueron sacados de sus dormitorios, desnudados y expuestos a maltratos y agresiones físicas y verbales, entre ellas, golpes con macanas en sus genitales, tocamientos e insultos sexuales: «les decían que su ano les pertenecía».
El informe oficial refiere que hubo una riña en el penal, pero ninguna persona fue castigada, eso sí, señaló el Director del Centro de Reclusión, puede que se les hayan dado unas «cachetaditas», se lee en el informe de la CDHDF.
Dichas conductas, mencionó Nashieli Ramírez, titular de la CDHDF, reflejan parte de los «estereotipos, machismo y discriminación» que existen en la sociedad mexicana, sin embargo, empeoran cuando quienes las impulsan son las autoridades impartidoras de justicia, aunado a ello, existe un poco denuncia de las víctimas, «sobre todo por vergüenza» y un encubrimiento de las mismas autoridades.
Sin embargo, no es el único problema referente a conductas de tortura sexual. En la recomendación 09/2018, se reconocen diversas actividades similares como herramientas para la obtención de información o para inculpar a personas privadas de su libertad en delitos que no cometieron. «Existen evidencias concretas de amenazas de violación a mujeres por parte de las autoridades», señaló la ómbudsperson.
Aunque las recomendaciones, en general, estás enfocadas a la eliminación de la tortura como parte de los procedimientos de seguridad, destacan los hechos de tortura sexual, algo que ha incrementado de manera preocupante, «la tortura no es un mecanismo de castigo y control», señaló Nashieli, al tiempo que reconoció que la violencia sexual contra hombres, en los centros penitenciarios no se denuncia «porque no se reconoce como tortura».
HOY NOVEDADES/CDMX