La primera ministra británica, Theresa May, podría activar en estos días el Artículo 50 del Tratado de Lisboa, el cual prevé un mecanismo para la retirada voluntaria y unilateral de un país de la Unión Europea (UE), y con esto, se podría iniciar la salida de la Gran Bretaña. Esto dependerá de la aprobación de una ley, por parte del parlamento, que permita iniciar el proceso de «divorcio».
Ante esto, la primera ministra de Escocia, Nicola Sturgeon, solicitará al parlamento escocés su permiso para convocar a un segundo referendo independentista, el cual se llevaría a cabo entre el otoño de 2018 y la primavera de 2019, antes de que el Reino Unido abandone por completo la UE.
Durante el primer referendo del 23 de junio, el 62 por ciento de los escoceses votó en favor de seguir perteneciendo al bloque de naciones europeas, sin embargo, la mayoría de los británicos votó en favor de abandonar la UE, siendo éste el 52 por ciento.
Sturgeon señaló que el referendo tendrá lugar una vez que se conozcan los términos del Brexit para que los electores escoceses estén informados sobre las opciones que tienen.
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