El Centro Histórico de la Ciudad de México aloja más de 40 recintos de distinta arquitectura, de variadas órdenes religiosas y de diversas épocas; desde pequeñas iglesias y templos de singular belleza y misticismo, hasta la solemne Catedral Metropolitana.
Caminar por sus calles no tiene que ser una penitencia y menos en esta Semana Santa, pues admirar estas hermosas edificaciones puede llevar a elevar la mirada al cielo, o adentrarse entre edificios para experimentar un poco de quietud en medio del trasiego.
De manera casual, por curiosidad o como parte de los rituales de estas fechas, los fieles, visitantes nacionales o extranjeros, pobres o ricos, son recibidos en estas construcciones sacras para orar o simplemente descansar.
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