En la colonia Hipódromo Condesa, en la esquina de calle Amsterdam y calle Cacahuamilpa, una numerosa cantidad de rescatistas, entre ellos los Topos, voluntarios y personal de Protección Civil, Cruz Roja, Ejército y Marina, trabajaban para buscar sobrevivientes al interior de un edificio colapsado.
A pesar de la precisión que esta difícil tarea requiere, personal de Protección Civil y Sedena dejaron entrever fallas en la coordinación del orden en que cada grupo participaba en la operación, ejemplo de ello, fue que los cuerpos de rescate no sabían en qué zonas podían operar ni a qué líderes hacerles caso.
Además, debido a que se reportó una fuga de gas, se planteó la posibilidad de trabajar sin luz artificial una vez entrada la noche.
Sin embargo, al no ver ningún avance, poco a poco los cuerpos de rescate se fueron movilizando hacia otras zonas.
Finalmente, Protección Civil comunicó que debido al peligro de un alto grado de explosividad y los edificios dañados alrededor, se decidió no seguir con las tareas de rescate, pues de continuar con ellas, se expondría la vida de civiles y equipos de apoyo, por lo que la zona quedó a resguardo de Sedena y Marina.
Esta resolución causó el enojo de cierto sector de los presentes, pues algunos argumentaban que a la una de la mañana aún había gente viva en el inmueble.
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