La Federación Internacional Felina (FIFe, por sus siglas en francés) se sumó a las represalias contra Rusia e impuso restricciones a los gatos criados en el país euroasiático.
La entidad se dijo “conmocionada y horrorizada” por la invasión militar rusa en Ucrania, por lo que, a partir del 1 de marzo, decretó que “ningún gato criado en Rusia puede ser importado y registrado en los libros de pedigrí FIFe” fuera del territorio ruso.
Además, “ningún gato que pertenezca a expositores que vivan en Rusia podrán participar en ninguna feria organizada por la FIFe”. Estas restricciones estarán vigentes hasta el 31 de mayo y “se revisarán cuando sea necesario”.
Varios países han impuesto sanciones diplomáticas, deportivas o económicas al Kremlin desde el jueves de la semana pasada, aunque hasta el momento esta ha sido una de las más peculiares.
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