El presidente chino, Xi Jinping, señaló al presidente de Estados Unidos, Donald Trump, de provocar a su gobierno, luego de que un buque de guerra estadunidense estuviera cerca de invadir una isla controlada por Pekín, en el mar de China Meridional.
Ante lo que el gobierno chino calificó como una «seria provocación política y militar», se determinó tomar medidas ante cualquier tipo de hostilidad, por lo que Jinping ordenó desplegar tres naves militares y dos aviones de combate como medida de advertencia.
En un comunicado, alertaron que esta acción ilegal pueda permear y afectar la «confianza estratégica mutua», ya que este fue el segundo ejercicio de este tipo en el tiempo que Donald Trump asumió la presidencia.
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