La Fiscalía de Corea del Sur imputó, el pasado lunes, de manera oficial, a la expresidenta de Park Geun-hye de soborno, coacción, abuso de poder y divulgación de secretos de Estado, tras concluir una investigación de seis meses sobre el escándalo de influencias que causó su destitución el mes pasado.

«Hemos imputado formalmente a Park, con múltiples cargos que incluyen abuso de poder, coacción, soborno y filtración de información confidencial estatal», informaron los fiscales en un comunicado divulgado por la agencia surcoreana de noticias Yonhap.

Los fiscales sospechan que Park, suspendida en el cargo en diciembre de 2016 y destituida definitivamente en marzo de 2017, había prometido a las empresas favores para establecer tiendas libres de impuestos en aeropuertos y sacar adelante otros proyectos.

Park, quien se encuentra en prisión preventiva, desde el pasado 31 de marzo, se convirtió en el tercer expresidente de Corea del Sur en ser inculpada por acusaciones de corrupción, tras Chun Doo-hwan y Roh Tae-woo.

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