El ministerio de Rusia de Relaciones Exteriores dijo desconocer a los dos imputados.
Hace unos meses el ex espía ruso Sergei Skirpal y su hija sufrieron un ataque con un agente neurotóxico que los dejó en estado crítico.
El pasado 4 de marzo, en la ciudad de Salisbury, Sergei Skirpal, ex espía ruso, y su hija Yulia fueron víctimas de un ataque con el agente neurotóxico Novichok que los dejó al borde de la muerte. Ahora, seis meses y un día después, la justicia británica ha emitido dos órdenes de detención contra de los ciudadanos rusos Alexander Petrov y Ruslan Boshirov.
La fiscalía británica imputó a ambos sujetos por los siguientes crímenes: conspiración para cometer asesinato, intento de homicidio y posesión y uso de Novichok. Theresa May se pronunció al respecto ante el Parlamento británico: «Con base en una investigación de nuestras agencias de inteligencia, el gobierno concluyó que los dos invitados señalados por la policía son oficiales de los servicios de inteligencia militar rusos».
Petrov y Boshirov, ambos de 40 años de edad, viajaron de Moscú a Londres con aparentes pasaportes falsos dos días antes del atentado contra Skirpal y su hija. Una vez que los criminales fueron identificados por la policía británica, sus fotografías fueron difundidas para dar con su paradero. En este sentido la fiscalía británica apuntó que no pedirán la extradición de los dos implicados debido a que el gobierno ruso ha dejado claro que no extradita a sus ciudadanos.
Mientras tanto María Zajárova, portavoz de la diplomacia rusa, refirió: «los nombres y las fotografías que fueron publicadas en los medios no nos dicen nada». Cabe destacar que tras este ataque el gobierno británico responsabilizo a Rusia desatando una fuerte tensión entre esta nación y los países occidentales.
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