Con protestas y una guardia afuera del Rébsamen, padres de familia impidieron su demolición.
Claudia Sheinbaum pidió al jefe de Gobierno capitalino que el colegio Rébsamen no sea demolido.
Después de que la tarde del día de ayer se difundiera un comunicado en el cual la Procuraduría General de Justicia (PGJ) de la Ciudad de México informara sobre la demolición del colegio Enrique Rébsamen, por una alta posibilidad de derrumbe, padres y familiares de los fallecidos en el inmueble acudieron al lugar para impedir que las autoridades cumplieran con su cometido.
Desde la noche del día jueves, los familiares de las víctimas de uno de los sismos del septiembre pasado, montaron una guardia a las afueras del Rébsamen y exigieron a las autoridades se detener la demolición de inmueble, pues representa un papel fundamental en las investigaciones que llevarían a las posibles causas del derrumbe suscitado tras el sismo del 19 de septiembre.
En respuesta a ello, la virtual jefa de Gobierno de la CDMX, Claudia Sheinbaum, pidió al actual mandatario capitalino, José Ramón Amieva, suspender la demolición del colegio, «No puede hacerse algo así si los padres no lo quieren» y precisó que será hasta que comiencen las mesas de transición cuando se propongan reuniones entre los familiares con la PGJ-CDMX para que conozcan toda la información que existe sobre el caso.
Tras ambas peticiones, Amieva decidió cancelar la demolición que se tenía programada iniciara a las 10:00 de la mañana del día de hoy, sin embargo, enfatizó en la necesidad de generar el diálogo con los padres de familia, empero, mencionó que los trabajos deberán ser retomados siempre y cuando exista un acuerdo mutuo entre ambas partes.
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