Las autopartes buenas, bonitas y baratas que se vendían en locales de la colonia Peralvillo levantaron sospechas de las autoridades, quienes realizaron un operativo para corroborar la legalidad de los artículos vendidos. El resultado: las piezas que se ofrecían eran de origen ilícito.
Ante la sospecha previa, la Secretaría del Medio Ambiente (Sedema), la Procuraduría General de Justicia (PGJ), el Instituto de Verificación Administrativa (INVEA) y la policía de la capital iniciaron un operativo sorpresa la tarde de ayer, lo que dio como resultado la clausura de varios establecimientos que no acreditaron la procedencia legal de las autopartes.
Las brigadas y retenes establecidos en las calles, principalmente en Granados, entre Patti y Constantino, no les dejaron otra opción a los locatarios que cooperar ante las autoridades. De acuerdo con información del diario Excélsior, fueron alrededor de 15 locales los que fueron desalojados y cerrados mediante la colocación de sellos de suspensión.
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