Cada uno de ellos sobresalió en sus deportes de forma notable.
Durant confirmó la hegemonía de los Warriors en la duela, Halep conquistó su primer Grand Slam y la futbolista Hegerberg hizo historia.
Kevin Durant
El alero de los actuales campeones tuvo un año excepcional, con el cual ayudó a los Golden State Warriors a conseguir su segundo título consecutivo, el tercero en los últimos cuatro años. El jugador de 30 años y 2.06 metros de altura llegó al equipo liderado por Stephen Curry para potenciar su juego y brindarle mayor versatilidad, su aporte promedio por partido en la temporada anterior fue de 28.6 puntos, 7.7 rebotes y 6.2 asistencias.
Simona Halep
La tenista de 27 años ganó por primera vez un Grand Slam en su carrera. En 2018 pudo coronarse en la arcilla de Roland Garrros y, de esta forma, dejó atrás las tres finales que había perdido en los cuatro torneos grandes; la rumana también fue finalista en el Australian Open, en donde perdió contra la danesa Caroline Wozniacki. Sus grandes actuaciones le permitieron termina el año como la número uno del ranking de la WTA.
Mike Trout
Si bien el equipo del pelotero terminó la temporada en la cuarta posición de la Liga Americana y no pudieron acceder a la postemporada, el estadounidense se ha erigido como uno de los mejores en su posición en siete de las últimas ocho temporadas de la MLB; además, ha ganado en dos oportunidades el MVP de la campaña. La constancia en su desempeño dentro del diamante ya lo ubican con algunos registros personales que se encentran por encima de algunos peloteros del Salón de la Fama.
Ada Hegerberg
La futbolista del Olympique de Lyon se convirtió en la primera mujer que recibió el Ballon D’Or que entrega la revista France Football. En 2018 la noruega de 23 años ganó la liga de Francia y la Champions League, en donde anotó uno de los cuatro goles con los que su club le ganó la final al Wolfsburgo. «Quería dar las gracias a mis compañeras, a mi entrenador y a mi presidente Jean-Michel Aulas, que hace mucho por el futbol femenino», declaró al recoger su premio como la mejor futbolista del año.
Nick Foles
Pasó de la suplencia a la gloria. Fue titular a partir de la semana 14 a raíz de la lesión del mariscal de campo Carson Wentz y la historia terminó como el MVP del juego grande. Desde el momento que tomó las riendas no paró hasta llevar a las Philadelphia Eagles a disputar y ganar su primer Super Bowl de la historia en contra de los New England Patriots.
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