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¿Qué son los memes? Es una pregunta que creo que muchas personas nos hacemos. Vemos todo tipo de contenido en internet, desde recetas de cocina hasta opiniones con las que no estamos de acuerdo y que muy probablemente desearíamos nunca haber visto. Pero dentro de este amplio espectro, hay un tipo de contenido del que no podemos escapar: los memes.

De manera simplista y general, los memes son chistes que se comparten en redes sociales. Así lo veía yo cuando empezaba a usar redes sociales, como imágenes o videos que únicamente tenían como finalidad comunicar un chiste. Luego, me aparecían memes relacionados con un tema de mi interés, como si fuera un nicho, y actualmente veo que muchos de los memes que consumo tienen una carga política, al mismo tiempo que me aparecen memes de temas que me interesan.

Entonces, ¿qué son los memes? O mejor dicho, ¿cuándo un meme deja de ser solo un chiste y se convierte en “propaganda”?

Considero que es importante saber que las experiencias de todas las personas son similares, pero no iguales. Empezamos viendo cualquier tipo de contenido y, con el tiempo, esos chistes que vemos en redes sociales se van apegando a nuestros intereses y posturas. Pero conforme más personas ven un meme en su teléfono, se crea de manera extraña una comunidad que se siente identificada con una misma imagen, a pesar de que no haya conexión entre ellos.

A pesar de que el surgimiento sea de manera espontánea, debemos tener en cuenta que por alguna razón vieron la misma publicación. Entonces, cuando se abordan temas de política, las personas van a reaccionar de la misma manera: van a ver una imagen, se van a identificar y, lo más importante, lo van a asociar a algún evento, personaje o ideología.

Este es el caso de Winnie Pooh, por ejemplo, que en China ha sido utilizado para burlarse del presidente Xi Jinping. Este caso no es uno grave, o al menos no lo clasificaría como uno grave, pues se debe analizar que el actual mandatario chino tiene una gran influencia dentro de su país, y las burlas, en consecuencia, no van acorde a lo que representa.

Lo grave, dentro del contenido que consumimos, creo yo, es cuando se asocian los memes con discursos extremistas. Los wojaks, Pepe, una rana que nació a partir del libro de Boys Club de Matt Furie, George Floyd y música del género nightcore. Por alguna razón que desconozco, estos elementos han creado una fuerte identidad dentro de la extrema derecha, misma que se difunde y muy fácilmente se puede propagar a través de memes.

Sin embargo, hay una lucha constante para resignificar cada uno de estos memes, aunque hay algunos que bajo ningún supuesto pueden ser reivindicados. Pepe, por su parte, ha sido defendido por su creador desde que vio que en foros como 4chan se utilizaba para mensajes de supremacía blanca o mensajes negacionistas del Holocausto.

Si bien la imagen de Pepe ha sido manchada por los memes, o mejor dicho, por quienes hacen contenido para las redes sociales, se ha logrado limpiar ante los ojos de algunas personas, en gran medida por las declaraciones de su creador, y también por la película documental del 2020 Feels Good Man, la cual se avoca a la defensa de la ilustración.

Por otro lado, los wojaks surgieron para burlarse de las personas y también para demostrar emociones, similar a las alteraciones de Pepe. Pero igual son utilizados con el objetivo de difundir un mensaje extremista, pero a diferencia de otros memes, los wojaks, también llamados soyjaks tienden a ser racistas en sus ilustraciones, desde la representación de personas judías o transgénero, por mencionar algunos. También han intentado ser utilizados por creadores de contenido ajenos a la extrema derecha, aunque no han tenido éxito, debido a que son un meme de nicho, comunes en foros de internet que no son tan frecuentados por las personas en general.

Con base en los casos de Pepe y los wojaks, creo que se puede empezar a contestar la pregunta sobre los límites entre un chiste y el discurso de odio, aunque es reduccionista en verdad. Las personas son las que generan este contenido, pero la motivación o el proceso creativo – si es que así se le puede llamar – es una parte que desconocemos, aunque se podría intuir que en gran medida es por la creciente capacidad de subir información y al mismo tiempo de consumirla.

Ahora bien, es imposible no preguntarnos si el internet debería tener algún filtro sobre lo que se sube a redes o a páginas de internet, pero ¿dónde deberíamos marcar el límite de la libertad de expresión? ¿El discurso de odio puede ser protegido por la libertad de expresión? ¿Qué pasa con las obras de artistas que son usadas para difundir mensajes de odio? Todas estas preguntas, a pesar de ser válidas, no pueden ser contestadas en su totalidad, el internet no es un sistema centralizado que pueda ser controlado por una persona o por un grupo.

Es ahí que radica el problema del internet, la radicalización de personas es un tema vigente que le gusta ridiculizar a sus contrarios. Entonces podríamos imaginar que el pensamiento crítico debería ser parte de los sistemas de educación, pero ¿quién va a definir lo que es el pensamiento crítico? En fin, creo que las preguntas respecto de este tema son infinitas, podríamos adentrarnos cada vez más con cada pregunta, pero no es el objetivo, sino hablar sobre los memes.

Como conclusión, me gustaría repetir la pregunta de ¿qué es un meme?, porque como mencioné, no hay forma de que podamos contestar de manera satisfactoria una pregunta como esta. Podemos definirlo de manera técnica, pero no hay forma de que logremos entender lo que implica publicar un meme, tanto para quienes los vemos como para quienes los crean. Pero creo que si las personas empiezan a ver memes que reivindiquen la imagen que ha sido utilizada para propagar odio, entonces sería un buen comienzo, aunque es una tarea que no parece tener fin.

Por el momento, solo quiero hacer mi labor como un usuario entusiasta del internet y usar la icónica frase de Pepe: Feels good man.

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