Luiz Inácio Da Silva, volvió a comparecer ante la justicia por un presunto caso de corrupción, esta vez, ligado a la constructora brasileña Odebrecht.
Luego de que el pasado julio el ex presidente de Brasil, Inácio Lula da Silva, fuera citado a comparecer ante un juez por el presunto crimen de corrupción por el caso de la constructora OAS, el ex mandatario tuvo que rendir de nuevo declaración ante la justicia.
En julio, el presidente fue sentenciado a 9 años de prisión, aunque dicha pena ha de ser confirmada por un juzgado de segunda instancia.
En esta ocasión, los cuestionamientos a da Silva eran referentes a un nuevo caso de corrupción que involucraría a la constructora Odebrecht, en el periodo entre 2010 y 2014, cuando ya ocupaba la presidencia de Brasil Dilma Rousseff.
Esta vez la liturgia del interrogatorio se repitió cual día de la marmota: Lula llegó al juzgado rodeado por cientos de simpatizantes vestidos de rojo y empuñando una bandera de Brasil. “Lula, guerrero, del pueblo brasileño”, gritaban. En otro extremo de la ciudad unos pocos “defensores de la Operación Lava Jato” exhibían muñecos hinchables con la figura de Lula preso.
Hasta el momento no se han dado a conocer los resultados de este nuevo interrogatorio que involucra al ex presidente en líos de corrupción.
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