En el marco de las celebraciones y manifestaciones del 1º de mayo, y a poco menos de una semana para la segunda vuelta de las elecciones presidenciales en Francia, muchos ciudadanos aprovecharon para expresar su oposición al centrista Emmanuel Macron y a la ultraderechista Merine Le Pen, quienes este lunes no pararon sus campañas con sendos mítines.
Algo que se notó claramente, fue que la gran unión sindical, que en algún momento se formó en 2002 contra el padre de la candidata del Frente Nacional, el ultraderechista Jean-Marie Le Pen, no se repitió esta vez.
Por un lado, la Confederación Francesa Democrática del Trabajo (CFDT) y el UNSA llamaron a votar por Macron en la segunda vuelta, que se celebrará el 7 de mayo; mientras, que los sindicatos más izquierdistas, la CGT, la FSU, Solidaires llamaron a cortar el camino a Le Pen, pero sin mencionar a Macron.
Los sindicatos «no defienden los intereses de los empleados», sino «su propio puesto», replicó la candidata de la extrema derecha este lunes.
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