El gobierno pakistaní asegura que con el ataque al consulado de China se trata de disuadir la relación entre Islamabad y Beijing.
El Ejército de Liberación de Baluchistán (BLA) se adjudicó uno de los ataques.
El consulado de China, ubicado en la ciudad de Karachi al sur de Pakistán, fue sujeto de un atentado perpetrado por cuatro sujetos armados, quienes intentaron ingresar a las instalaciones provocando una balacera que cobró la vida de siete individuos. Dos horas más tarde, se registró otro acto violento en la frontera con Afganistán, en el cual perdieron la vida más de 40 personas.
En el primer incidente que se prolongó por alrededor de una hora en las oficinas chinas en territorio pakistaní, murieron dos civiles (padre e hijo que se encontraban en el lugar tramitando sus visas), dos agentes de policía y tres de los atacantes, apuntaron las autoridades locales. Ameer Ahmad Sheikh, jefe de la policía, externó que ninguno de los empleados ni diplomáticos del consulado resultaron heridos, y que éstos fueron trasladados a otro lugar por su seguridad.
El gobierno de China le solicitó a su par de Pakistán que refuerce las medidas de seguridad después del ataque, para garantizar que sus ciudadanos estarán a salvo. Geng Shuang, vocero del Ministerio de Exteriores, declaró que el país asiático confía en que el gobierno pakistaní le dará pronta solución a este episodio, por lo que no habrá impedimento para continuar con el proyecto del Corredor Económico China-Pakistán, en el cual se han invertido 62 mil millones de dólares.
Por otro lado Imran Khan, primer ministro de Pakistán, manifestó su indignación y condenó el ataque perpetrado en las oficinas de China; también aprovechó para externar que se trata de una conspiración que busca desestabilizar la cooperación estratégica entre ambas naciones. Además, enalteció el actuar de los miembros de la policía y los paramilitares al defender el consulado de los atacantes.
Khan indicó que la investigación ya está en marcha y que un incidente de este tipo no romperá las relaciones con China, las cuales consideró «más poderosas que el Himalaya y más profundas que el Mar Arábigo». Esto una vez que el Ejército de Liberación de Baluchistán (BLA) se adjudicara la autoría del atentado, es preciso apuntar que este grupo se opone a las inversiones de capital chino en el país.
Segundo ataque dos horas después
El otro ataque en Pakistán ocurrió cerca de la frontera con Afganistán, donde se presentó un atentado que dejó un saldo de al menos 40 muertos y decenas de personas heridas; esto ocurrió en un mercado de alimentación ubicado al aire libre en Orakzai, región localizada en la provincia de Khyber Pukhtunkhwa cuando un sujeto se inmoló al accionar el chaleco con explosivos que llevaba puesto.
Tahir Ali, agente de la policía local, acotó que la mayoría de las víctimas mortales eran musulmanes chiíes; hasta el momento ningún grupo se ha adjudicado la autoría de este incidente. Cabe mencionar que Orakzai ha padecido varios ataques por parte de insurgentes, mayoritariamente de los suníes paquistaníes.
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