Fue necesaria una última mesa de negociaciones de 24 horas para llegar al acuerdo entre el Partido Social Demócrata (SPD) y los demócrata-cristianos (CDU/CSU). De esta forma se diluye la posibilidad de un punto muerto en la política alemana con duración de cuatro meses.
Merkel cede y pacta gobierno de coalición que aún puede derrumbarse - FOTO: AFP

Tras las elecciones de septiembre los partidos de extrema derecha repuntaron y, de esta forma, Merkel y su partido no obtuvieron la mayoría en la cámara de diputados, por lo que tuvieron que sentarse a negociar para poder seguir en el poder.

Aún se espera la encuesta interna del partido SPD para poder aprobar este acuerdo, de lo contrario la canciller alemana deberá convocar a nuevas elecciones o conformar un gobierno en minoría.

Fue necesaria una última mesa de negociaciones de 24 horas para llegar al acuerdo entre el Partido Social Demócrata (SPD) y los demócrata-cristianos (CDU/CSU). De esta forma se diluye la posibilidad de un punto muerto en la política alemana con duración de cuatro meses.

Los conservadores cedieron en algunos puntos con el propósito de concretar la alianza con los demócratas. De acuerdo con la agencia francesa de noticias AFP, el contrato de coalición entre ambas partes revela que Martin Schulz y los socialdemócratas tuvieron que aceptar la participación de los derechistas en los ministros de Medioambiente, Familia, Justicia, Relaciones exteriores y Finanzas.

Mientras tanto Merkel y el CDU seguirán manteniendo el dominio sobre Educación, Energía, Defensa, Economía, Agricultura y Sanidad; sus aliados del CSU controlarán el Ministerio de Transportes, del Interior y la Patria, y el de Desarrollo y Cooperación Económica.

Peter Altmaier,  ministro de Finanzas y de la Cancillería, fue el encargado de hacer público el convenio entre ambas fuerzas políticas, oficializando el acuerdo de coalición gubernamental. Por otro lado, el CSU, a través de uno de sus negociadores, Alexander Dobrindt, manifestó estar complacido con el acuerdo firmado.

Ante una eventual realización de nuevas elecciones el panorama pinta mal, pues la extrema derecha de Alternativa para Alemania (AfD) –que obtuvo el 13 por ciento en los comicios del año pasado–  ganaría fuerza y dividiría más el mapa política alemán.

 

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