Damasco, capital de Siria, fue testigo de un atentado más. Este incidente dejó al menos 59 muertos. Este representa uno de los ataques más crueles y sangrientos en el tiempo que lleva la guerra. Entre las personas que perecieron se encuentran 12 combatientes pro régimen y 47 peregrinos, en su mayoría chiítas de Irak.
Una bomba y un suicida fueron las causas que dejaron este saldo de muertes, además de decenas de heridos, algunos de gravedad. El Ministro de Exteriores de Siria manifestó que este atentado terrorista es cobarde y representa una clara respuesta a las victorias de su ejército ante el Estado Islámico y Al-Nusra, antes parte de Al-Qaeda en Siria.
Autoridades gubernamentales atribuyen estos atentados a la oposición armada y a los yihadistas, mientras que la televisión local las compartió como dos bombas colocadas por terroristas.
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