Recep Tayyips Erdogan, presidente turco, declaró su victoria en el referéndum para concederle amplios nuevos poderes, siendo ésta la mayor reforma de política moderna de Turquía, aunque los opositores mencionaron que la votación estuvo llena de irregularidades por lo que desafiaron el resultado.
Los datos anunciados por la Junta Suprema electoral, el «sí» ganó con una diferencia de 1.25 millones de votos, sobre un total de 56 millones de sufragios validados.
Debido a lo anterior, en algunos barrios en Estambul la gente salió a protestar a la vez que otros hacían sonar cacerolas en sus casas, en señal de desacuerdo con el resultado del referéndum. Otro grupo de manifestantes se reunió frente a la Comisión Electoral, en la capital, el cual fue dispersado por la policía, según el sitio online crítico al gobierno sendika.org.
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