El Papa Francisco, a bordo de su avión que lo condujo de Colombia a Roma, luego de su visita de cinco días al país sudamericano, dio un breve discurso en el que se refirió a la cancelación del programa DACA, que evitaba que los inmigrantes jóvenes en territorio estadounidense fueran deportados.
«No conozco bien la ley», admitió el Santo Pontífice, pero «separar a los jóvenes de la familia, nunca da buenos frutos, ni para los jóvenes ni para la familia», y añadió que «Tengo la esperanza de que la reconsidera, porque yo escuché al presidente de Estados Unidos definirse como un hombre pro-life, un defensor de la vida».
«Cuando los jóvenes se sienten explotados, al final pierden la esperanza. ¿Y quién se la roba? La droga, las otras dependencias, el suicidio juvenil. Y eso ocurre cuando les arrancan de sus raíces. Es muy importante tener raíces», comentó a los cerca de 70 periodistas que lo acompañaban en el avión papal.
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