El Vaticano aún no se pronuncia al respecto.
Son 34 los obispos de Chile que viajaron a Roma para reunirse con el religioso argentino y presentarle su renuncia.
El Papa Francisco estuvo en Chile para revisar el caso del encubrimiento a pederastas que ha indignado a propios y extraños en todo el mundo. Después de su estancia en el país sudamericano, algunos obispos chilenos viajaron esta semana al Vaticano para ofrecerle su renuncia al máximo representante de la Iglesia católica.
Fernando Ramos, portavoz de los obispos, leyó el comunicado redactado por los religiosos: «Hemos puesto nuestros puestos en manos del Santo Padre y dejaremos que él decida libremente por cada uno de nosotros». Sin embargo, algunos de los 34 obispos señalaron que seguirán ejerciendo sus funciones mientras el Sumo Pontífice toma una determinación.
A su llegada a Chile, Carlos Pellegrini, el obispo de Chillán, externó lo siguiente: «Nosotros seguiremos en completo control y rol como obispos de nuestras diócesis, pero el Papa sabe que si en algún momento nos va a pedir a alguno de nosotros dar un paso al costado lo haremos por amor a la Iglesia».
En la misiva, los obispos de Chile acotaron: «queremos pedir perdón por el dolor causado a las víctimas, al Papa, al pueblo de Dios y a nuestro país por los graves errores y omisiones cometidas por nosotros». Además, le agradecieron a Francisco por su »fraternal corrección».
Cabe recordar que en un principio el Papa defendió en Chile al obispo Juan Barros de las acusaciones que lo señalaban por haber encubierto los delitos sexuales del padre Fernando Karadima, no obstante, tras la investigación del Vaticano Francisco pidió perdón por haber «incurrido en graves equivocaciones de valoración y percepción de la situación, especialmente por la falta de información veraz y equilibrada».
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