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Dos funcionarios israelís hicieron declaraciones contra los polacos.

«Se amamantaron del antisemitismo con la leche de su madre», una de las frases que desató la polémica que derivó en la cancelación de la reunión. 

Primero se canceló la participación de Polonia en la cumbre del Grupo de Visegrado (Eslovaquia, Hungría, Polonia y República Checa) a realizarse en Israel, y posteriormente fue suspendido el encuentro entre estos países. El motivo son las declaraciones realizadas por dos funcionarios israelitas, quienes arremetieron contra el país también miembro de la Unión Europea.

Benjamin Netanyahu, primer ministro de Israel, estuvo en Varsovia como ministro de Relaciones Exteriores de su país para participar en una cumbre bilateral, ahí señaló que «los polacos colaboraron con los alemanes en el Holocausto», lo que desató una polémica entre ambos países. A raíz de estas declaraciones una organización no gubernamental presentó petición para que el funcionario dejara el cargo, lo que aunado a las repercusiones que han tenido sus palabras, orilló a Netanyahu a renunciar al puesto que tenía desde 2015.

No obstante, el ex Ministro de Relaciones Exteriores aún conserva tres cargos públicos: primer ministro,  ministro de Defensa y Salud. Incluso, hasta el pasado mes de diciembre también se desempeñaba como Ministro de Inmigración.

En su lugar como representante de asuntos exteriores de Israel se nombró a Yisrael Kats, quien optó por reavivar la polémica desatada por su predecesor al acotar que «los polacos se amamantaron del antisemitismo con la leche de su madre».

Mateusz Morawiecki, primer ministro de Polonia, canceló su visita a la cumbre del Grupo de Visegrado antes las declaraciones de Netanyahu, por lo que en su lugar envió a Jacek Czaputowicz, ministro de Relaciones Exteriores. Sin embargo, con las palabras emitidas por Kats, Morawiecki ha decidido que no habrá ningún representante polaco en la reunión que se realizará en Israel, debido a la continuación de comentarios «racistas».

Cabe señalar que desde el año pasado la relación entre Israel y Polonia se comenzó a deteriorar. Esto después de que el gobierno polaco impulsó una ley que castigaba con hasta tres años de cárcel a quienes usaran frases como «campos de exterminio polacos». La legislación provocó que Israel y Estados Unidos presionaran para que se eliminará la ley, lo que terminó sucediendo.

 

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