El presidente y propietario del club no realizó ninguna declaración tras su comparecencia.
El empresario ruso, a quien la prensa francesa denomina como «Zar de Mónaco», acudió a comparecer ante el Palacio de Justicia de Mónaco; es la primera ocasión que la justicia del Principado lo imputa.
Un ruso, un suizo y fuentes judiciales… esto pareciera ser el inicio de un chiste pero no lo es. Más bien es el comienzo de un conflicto legal. El presidente del Mónaco, Dimitri Rybolovlev, y el marchante de arte suizo, Yves Bouvier, son los protagonistas de esta situación.
Una presunta estafa a Bouvier es la razón por la que el mandatario del club monegasco, ha trascendido que el suizo invirtió 2 mil millones de dólares en una colección de lienzos; esta situación golpeó fuertemente su patrimonio.
Fuentes judiciales detallaron algo sobre el caso en el que se encuentra inmiscuido Rybolovlev: «Fue acusado por complicidad en la violencia de la vida privada en el marco de la denuncia hecha por Tania Rappo (amiga búlgara que le presentó a Bouvier en el 2003)».
Rappo declaró que fue usada por el multimillonario ruso para montar una trampa y chantajear al marchante de arte; además lo acusó de grabarla sin su consentimiento.
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