El expresidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, señaló que aunque se esté buscando la forma de encarcelarlo, no existen las pruebas que puedan justificar su detención. Esto, luego de que la fiscalía general en Curitiba, solicitara a un juez girar una orden de aprehensión en su contra.
«Hoy supe que la fiscalía pide mi condena, mi prisión, no sé por qué. En cualquier lugar del mundo, para ser condenado o acusado debe haber pruebas. Aquí en Brasil no», dijo el exmandatario.
Sin embargo, el juez señaló que antes se debe determinar si Lula, en su periodo de gobierno de 2003 a 2010, recibió un tríplex en el balneario de Guarujá (Sao Paulo) de la constructora OAS, a cambio de su influencia para obtener contratos en Petrobras. Situación por la que enfrenta cinco juicios por corrupción.
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