María es el huracán más fuerte que ha tocado el territorio de la isla en los últimos 90 años.
Donald Trump acaba de levantar las restricciones que ayudarán a agilizar la ayuda que ha sido enviada a Puerto Rico.
La falta de productos básicos, agua y electricidad en la isla han sido la constante en los últimos días, porque desde el paso del huracán María los cerca de 3.4 millones de boricuas han padecido los estragos de la fuerza de la naturaleza.
Los puertorriqueños han mostrado su impotencia ante la situación pese a la asistencia que han tenido por parte del ejército y las autoridades federales. Un factor que ha influido sobremanera en esta escasez es la falta de combustible, la cual obedece a que Estados Unidos es el principal proveedor pero uno de los puertos no se encuentra dando servicio y el otro solo lo hace de día.
Cabe recordar que toda la ayuda que ha sido enviada desde distintas partes del mundo se encuentra varada debido a esta condición, ante lo cual Ricardo Rosselló, gobernador de Puerto Rico, le solicitó a Donald Trump «congelar» la llamada Ley Jones, que impone restricciones para las embarcaciones que trasladan bienes por aguas de la Unión Americana.
En un principio el presidente estadounidense no se pronunció pero hoy acaba de suspender temporalmente las normativas señaladas, por lo que se espera que en cuestión de horas los suministros empiecen a llegar a manos de los damnificados. Ante esta determinación Rosselló agradeció la colaboración del mandatario de la Casa Blanca.
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